Empecé a escribir esto apenas minutos después de que el pitido final del árbitro determinara que España era la nueva campeona del Mundo y se fundiera con un maremágnum de gritos de alivio y alegría, sonidos de claxon eufóricos y un concierto interminable de vuvuzelas importadas desde China. Sin embargo, transcurrido un tiempo, opté por... Leer más →