Me llamo Narciso y soy gurú.
En realidad, fui inicialmente concebido para ejercer otras misiones estelares – abrillantador de agujeros negros, para ser exactos -, pero tuve que reciclarme posteriormente para cubrir una vacante de community manager que se acababa de generar en La Tierra tras un desafortunado incidente. Al parecer, durante una quedada de community managers conocida como calçots&tweets, se había producido un error de cálculo debido a un malentendido generado cuando dos de los asistentes se vieron abocados a hablar entre sí en persona tras haber agotado las baterías de sus respectivos iPhones.
Faltos de experiencia en el trato cara a cara con otros seres humanos, malinterpretaron los términos del evento en sí y terminaron comiéndose a un tercer community manager que, ajeno a la desgracia que se le venía encima, estaba chateando con el comensal que se sentaba a su lado. Los dos community managers caníbales fueron dados de alta tras purgarles convenientemente y el juez los dejo en libertad bajo pena de arresto de su cuenta de Facebook durante 500 días y obligándoles a hacer check-in diario en una comisaria de su ciudad. El tercer community manager siguió ocupando su puesto durante 3 meses después de muerto, pero tras comprobar sus superiores que empezaba a descender en el desempeño de sus funciones, decidieron despedirlo y requirieron de mis servicios.
Para hacer honor a la verdad, debo decir que, aun siendo fruto de la unión de dos seres humanos, pertenezco a la categoría de los dioses, lo que me autoriza a poder ejercer como gurú. En realidad soy un MTHX 550&]/!!?, un ente superior con apariencia humana constituido por polvo de estrellas, multiprocesadores neuronales, circuitos subatómicos slo-trans y mostaza de dijón. Para no asustar a los mortales, mis superiores optaron por mutar mi forma original para adoptar la apariencia de un ser humano; en concreto, el modelo conocido como Santiago Segura, versión 2.0.
He sido enviado a vuestro tiempo y lugar para aportaros a vosotros, humildes terrestres, conocimientos superiores tales como las claves para salir de la crisis económica mundial, el Secreto para encontrar la felicidad, la receta de la tortilla de-construida con nitrógeno líquido, el método para aprender inglés con tan sólo 40 palabras, la correcta gestión de una cuenta de LinkedIn, la fisión nuclear o la confección de pajaritas con papel charol.
Al verme obligado a ejercer una misión diferente a aquella por la que fui concebido, decidí sumergirme en un arduo proceso de aprendizaje y formación. No es que el puesto requiriera de ello. En el lejano planeta del que procedo, el desempeño de community manager se encuentra en el escalón mas bajo de valoración dentro de una empresa junto con los puestos de secretaria-recepcionista a media jornada y el de probador de medicamentos en fase experimental. Exactamente igual que en vuestro planeta. Pero uno, que es de naturaleza perfeccionista, decidí adquirir algunos conocimientos sobre mi nueva ocupación. Desgraciadamente, se me fue la mano y acabé convertido en gurú.
El primer paso que dí en mi proceso de formación fue el de acudir a la biblioteca local y tomar prestado un libro de un tal Quique Danzz, uno de nuestros paisanos mas ilustres que lleva viviendo en La Tierra desde hace 28 andrómedas. Tras leer el primer capítulo, sufrí un ictus cerebral a causa de su terrible prosa que paralizó el lado derecho de mi cuerpo – lo que me obliga desde entonces a escribir con mi mano izquierda y mi mentón derecho, causa probable de mi mala redacción -. Vistas las consecuencias, opté por abandonar tan insidiosa lectura.
A continuación, acudí a la red. Debo compartir con vosotros que en mi planeta el uso de las redes es ligeramente diferente al vuestro. Está prohibido el uso de fotos personales en nuestros avatares en redes sociales, puesto que la exhibición de nuestro aspecto físico original a nuestros semejantes ocasionaba numerosos problemas cardiorespiratorios al acceder a nuestro perfil. Tampoco está permitido el uso de Facebook, porque su fundador, un tal Zuckerberg, es natural de una constelación enemiga irreconciliable de la nuestra y nos bombardeaba continuamente con perfiles de ajedrecistas con cuerpos imposibles. Solamente nos está permitido el acceso a la Wikipedia, a los contactos de LinkedIn y una versión simplificada de Twitter donde solo se puede escribir en código binario – lo que resulta de lo más hilarante -.
Tras realizar una búsqueda minuciosa de información, recopilé 400.000.000 millones de terabytes en forma de archivos sobre cómo hacerse community manager tras limitar la búsqueda a los artículos aparecidos en el último mes. El noventa y ocho por cien de los artículos eran procedentes de La Tierra y habían sido escritos por otros community manager, aunque desconozco si lo hicieron por compartir sus conocimientos, justificar su puesto de trabajo o por tratar de entender cuál era el verdadero objetivo de su desempeño.
Una vez lo hube leído todo y tomado las correspondientes notas acerca de las principales conclusiones observadas, me dí cuenta que acababa de dar con los conocimientos necesarios para poder ejercer de gurú dentro del Sistema Solar y adyacentes. En virtud de ello, yo, Narciso, ente modelo MTHX 550&]/!!?, he decidido compartir con todos vosotros, humildes y simples terrestres, los conocimientos supremos que me han encumbrado a la categoría de gurú en vuestro estúpido mundo:
- No hables con los mortales. Sigue, copia, retuitea, comparte, publica, pero nunca hables con ningún mortal. Eso te rebajaría a su nivel. Elige a un grupo selecto de gurús que puedan estar remotamente a tu altura y dirígete solamente a ellos, como si nadie pudiera leeros. Ignora sistemáticamente todo intento de conversación que te propongan; no te aportará ningún beneficio y hará disminuir tu reputación online.
- Da conferencias todas las semanas. Este hecho es indispensable y natural en nuestro estatus. No importa lo que digas. Recuerda que NADIE está a tu altura, así que no tienen derecho a réplica. Nadie te va a criticar cuando eres un gurú. Empieza siempre tu exposición con un chiste, sigue con varios chascarrillos, usa un par de videos de Youtube sobre golpes y tortas graciosas y termina siempre con una cita de Steve Jobs. En realidad, bastaría con este último mandamiento para convertirte en gurú.
- Cuando uses redes sociales, JAMÁS sigas a nadie que no sea digno de ti. No poseerás reconocimiento como gurú hasta que no te sigan miles de usuarios y tu sigas a unos diecisiete; todos ellos gurús, por supuesto. Y no olvides, cuando te sigan, contesta siempre con un mensaje directo preconfigurado. Irritarás a los mortales y les dejarás claro cuán infinita es la distancia entre sus miserables vidas y tu existencia estelar.
- Solicita amistad cada día a unos trescientos usuarios de Facebook. No importa quienes sean. En realidad, te da lo mismo, nunca vas a interactuar con ellos. Son sólo puntos de contacto que te ayudarán a alcanzar un número de amigos suficientemente alto como para merecer alabanzas interplanetarias. Y de vez en cuando, invítales a hacer megusta en alguna página estúpida; eso les irritará extremadamente pero, como eres un gurú, siempre se cuidarán mucho de reprochártelo.
- Coge diariamente un taxi, pídele que te acerque a la T-4, haz check-in en Foursquare y vuelve a tu trabajo. Este requisito es imprescindible si aspiras a ser catalogado como gurú. Ninguno de los restantes mandamientos sirve para nada si no cumples con éste.
- Asegúrate de que tu horda de vasallos te cite permanentemente en sus blogs y publiquen enlaces al tuyo. Ya sabes que realmente no son seres vivos, sino organismos unicelulares sin capacidad de pensamiento, pero pueden cumplir su papel como generadores de tráfico. Si es necesario, paga por ello del mismo modo que pagas por tus campañas de Facebook Ads o por dar conferencias, pero actúa como si nadie lo supiera. De vez en cuando, premiales con un megusta o un retweet. Bastara con ese detalle de infinita misericordia y bondad hacia ellos para que, en adelante, cada vez que escribas una imbecilidad, sea retuiteada ad perpetuum y recibas millares de megusta.
- Acude a eventos sociales, pero llega siempre tarde para que todos se fijen en tu llegada y haz chek-in para que el resto del planeta sepas que has llegado. No hables con nadie que no sea de tu estatus. Permanece distante, altivo. No sonrías. No mutes en público, en La Tierra está mal visto. Saca tu iPhone y tuitea desde una esquina y ríete como si te importara lo que te cuentan. Publica siempre todos tus comentarios como si fueran reflexiones en voz alta contigo mismo; en caso contrario, alguien podría malinterpretarte y pensar que quieres iniciar una conversación.
- Recuerda a tus fieles que sabes de SEO. Nunca ninguno de los de nuestra estirpe alcanzó condición de gurú sin haber sido al tiempo catalogado como experto en SEO. Escribe posts sobre ellos y da alguna conferencia sobre este tema. No te preocupes por el contenido; nadie, ni siquiera nosotros, sabe exactamente qué coño es el SEO ni muchísimo menos cómo funciona. A todos les va a parecer nuevo lo que les digas. Tatúate la palabra Google en tu bíceps izquierdo como muestra de qué buen SEO eres. Eso te posicionará invariablemente como tal.
- Invéntate una vida social prolífica que obligatoriamente implique la realización de deportes de riesgos, comer a diario en restaurantes japoneses, acudir a una docena de celebraciones cada noche y asistir a no menos de catorce reuniones de trabajo por jornada. Para poder dimensionar exactamente cuánta actividad debes reflejar, puedes calcular la necesaria como para que te ocupe trescientas cuarenta y ocho horas de actividad por jornada. No te preocupes de que a alguien le pueda parece increíble tal volumen de actividad social. Recuerda que los mortales no saben realizar operaciones aritméticas complejas; se limitarán a admirar lo intensa que es tu vida social y a comentarla en las redes sociales con admiración, en un vano intento de agradarte.
- Cada día, cuando despiertes, mírate al espejo durante una hora y media y repite: «Yo soy la persona más maravillosa del universo». Después, límpiate las babas que te hayan caído tras tu autoexaltación. Para no olvidar esta tarea diaria basada en hecho tan obvio, trata de incluir el vocablo «yo» en el nick de todos tus perfiles. E incluso en tu avatar si te fuera posible.
Ahora os dejo porque debo volver a realizar mis funciones de community manager categoría supergurú. Estoy demasiado ocupado hoy como para perder el tiempo con vosotros; acabo de aterrizar en la T-4, procedente de Barcelona, donde he estado dando una conferencia sobre SEO mientras hacía barranquismo por el Ripollés y necesito descansar antes de acudir a las quince fiestas que tengo programadas esta noche. Luego YO os tuitearé un par de ideas desde una de las fiestas: por favor, absteneros de comentarlas. No os servirá de nada. Recordad lo que una vez dijo Steve Jobs durante un meeting con la gente de Google:
«Internet nos pertenece a todos; pero solo nos hace ricos a unos pocos»