Que se quiebren los cielos. Que se inhiban las gaviotas. Que duerman los somormujos. Que se haga oscura la noche. Que se multipliquen las nubes y cubran el firmamento.
Que se avente la mies. Que se pise la uva y que mane la sangre del tinto joven. Que el puerco se prepare para la matanza. Que afile sus cuchillos el matarife cuán verdugo.
Que se enciendan los semáforos. Que se inunden las calles. Que brillen los neones. Que crezcan los paraguas. Que se mojen los ánimos y resbalen por las aceras.
Que se abran las escuelas. Que se clausuren las risas. Que se calienten los vinos. Que se enfríen los sueños. Que se amortigüen las pasiones. Que se espese el viento.
Que se apague la música. Que se retire la banda. Que se arruguen las hojas. Que se sequen las bayas. Que se encienda la hoguera. Que se barran las vanas ilusiones.
Que se borren las playas. Que se escondan los mares. Que se caigan las guirnaldas. Que se ausenten los paseos. Que se llenen los ríos de nostalgias y de anhelos.
Que se enfunden las sombrillas. Que se extiendan las mangas. Que se oculten los besos. Que se aparten las miradas. Que se convierta la brisa en gélido vendaval.
Que se acorten los días. Que se alarguen los desvelos. Que se pudran las sardinas. Que se asen las castañas. Que se entierren las sandías. Que se ericen los vellos.
Que se aplaquen los arrebatos. Que se multipliquen las sombras. Que se empapen las plazas y se acartonen los bulevares. Que el frío lo cubra todo. Que engorden los pavos.
Que se aplacen los proyectos. Que se murmuren renuncios. Que se prepare la lumbre. Que se abriguen los niños. Que se susurren desgracias en el parque los vagabundos.
Que se barran las terrazas. Que el sol se quede desnudo. Que las fiestas corran por los pueblos. Que se hielen los campos y se pinten de amarillo. Que se calle todo el mundo.
Que se ha ido el verano. Que el letargo está llamando. Que se ha acabado el estío. Que está berreando el venado. Que es tiempo de gris y barro. Que el otoño ya ha llegado.
Invicturs 
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