Enola Gay. Un nombre para la infamia

Tal día como el de hoy, un 6 de agosto de hace 69 años, un bombardero B-29 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos pilotado por el Coronel Paul Tibbets y que había sido bautizado con el nombre de pila de la madre de éste, Enola Gay, dejaba caer la primera bomba atómica jamás usada en conflicto bélico sobre la ciudad japonesa de Hiroshima como represalia por el ataque que la aviación japonesa había realizado 7 meses antes sobre la base estadounidense de Pearl Harbor, en el que murieron 2.471 estadounidenses. La bomba recibió el infausto nombre de Little Boy. Tres días después, el 9 de agosto de 1945, otro B-29, el Bockscar, lanzó una segunda bomba atómica sobre la vecina ciudad de Nagasaki.

arrasado

El saldo de aquel infame acto contra la humanidad fue de 120.000 muertos y más de 300.000 heridos sumando entre ambas ciudades, sin contar las víctimas que la radiación ocasionaría a lo largo de la historia. La consecuencia, la rendición inmediata e incondicional de Japón, lo que supuso el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial. Para la conciencia de muchas personas, aquellas 120.000 muertes fueron un sacrificio necesario que potencialmente evitó un número sensiblemente mayor de muertes en otras partes del mundo.

hongo nuclear

Dicen que el terrible poder de destrucción que estas armas posee, representado visualmente por el famoso y dantesco hongo, horrorizó de tal modo a los miembros del Manhattan Project, la investigación científica secreta que el gobierno Roosevelt puso en manos del físico Julius Robert Oppenheimer, que alguno de ellos acabó suicidándose al ver la magnitud de su obra.

Hasta la fecha, el ataque a Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial es el único acto militar en el que se ha reconocido el uso de armas con potencia atómica o nuclear contra seres humanos.

Hasta la fecha, Estados Unidos no ha recibido jamás ningún tipo de sanción o castigo por el uso de armas atómicas ni por la muertes indiscriminadas de civiles derivadas de su utilización en Hiroshima y Nagasaki.

La estupidez humana no conoce límites. La violencia nunca es la respuesta.

«Está en vuestra naturaleza humana combatiros los unos a los otros hasta el exterminio» (Terminator)

2 comentarios sobre “Enola Gay. Un nombre para la infamia

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  1. una vez leí, que si presencias una explosión atómica, debes cerrar el puño y alzar el pulgar, alinear tu ojo (cerrando el otro) el pulgar y el hongo. si el hongo es más grande que tu pulgar, corré ( si puedes y tienes tiempo). Triste episodio de la humanidad, como todas las guerras.

    1. Uff, vaya imagen… al día siguiente de escribir este post tuve una pesadilla. Soñé que explotaba una bomba atómica a unos kilómetros y vi/viví como se derritía todo el mundo a mi alrededor. NO quiero vivir jamás algo así.

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